Cry Macho, de Clint Eastwood

Reparto: Clint Eastwood · Eduardo Minett · Fernanda Urrejola · Horacio García Rojas

(104 min) EE.UU.

Fecha de estreno 24 de septiembre de 2021

Vuelve uno de los grandes. No lo decimos sólo por su tamaño, que se acerca a los 2 metros de estatura, sino por su trayectoria con más de medio centenar de películas a sus espaldas, dirigidas y/o interpretadas y en las que apenas hay lo que podríamos denominar truños.

Cuando estrenó Gran Torino (2018) el gran Clint Eastwood perjuró que no volvería a ponerse delante de la cámara pero ha roto constantemente esa promesa, la última ve con su nuevo estreno, Cry Macho.

De Eastwood se dice que es el último director clásico. Y parece que los Estudios de cine de han tomado en serio esa definición. De hecho, el tráiler de Cry Macho comienza con el logo de la Warner en plan viejuno (en B/N, claro) y parece que te vas a encontrar con las imágenes de Casablanca. A la imagen le acompaña una música que suena a Ennio Morricone (confirmado, es de Morricone).

Parece que nos encontramos ante el típico tráiler “te cuento toda la película y así aprovechas el tiempo” aunque han tenido la decencia de no relatar el final… Pero un avispado espectador puede intuir (ojo, que es sólo un presentimiento) que el bueno de Clint muere al final…

 

Abrázame fuerte María

Clint es una antigua estrella de los rodeos. Tuvo un accidente que acabó con su carrera. Un tipo del barrio, del pueblo o de dónde sea le ayudó y ahora le pide que rescate a su hijo de México donde parece que, como decían Los Secretos, le buscan unos amigos por algo que no cumplió.

Pero en vez de abrazarse a María, el chaval que es un macarra aunque no parece tener ni media hostia, se terminará abrazando a Eastwood. Chico listo… La relación con el bueno de Clint, le cambiará para siempre. Y todo ello, aderezado con unas pinceladas de amor que quedan lejos, eso sí, de los Puentes de Madison.

El protagonista muestra rasgos de viejo gruñón y posiblemente esta aventura suavice su carácter. En la película se intuye un viaje de un niñato a la madurez y de un vejete a la tumba, aderezado con un enfrentamiento contra los malos malísimos mejicanos.  Un drama en clave de western moderno que, aunque da la sensación que nos destripan, parece que vale la pena ver (como casi todo lo de nuestro amado Clint).