MEGALODÓN
No la he visto, pero según el tráiler…
«Vamos a hacer una nueva película de Jason Statham dando hostias, pero sin dar hostias…» Eso es lo que debieron plantearle a los directivos de Warner Bros para dar el visto bueno a Megalodón, una vuelta de tuerca (la enésima) a las películas de tiburones, con el permiso de tontunas como la saga Sharknado.
Una historia en la que, unos científicos descienden a una sima marina y despiertan al monstruo., que estaba tan tranquilo. Ya les vale, bajar tanto y atraer al tatarabuelo de Tiburón, que empieza a zamparse gente, e intentará indigestarse con (el científico) Staham.
La película es un concurso de a ver quién la tiene más grande: el hombre o el bichaco, que durante toda la cinta incrementa sus merendolas y amenaza con llegar a una zona turística (¿te suena?). Un atrápame si puedes, con sustos variopintos en el que el héroe Statham, a punto de perecer, finalmente destruirá al animal. Por cierto, según declaraciones que he oído al protagonista, hay poca sangre al final…
Inspirada en el clásico de Spielberg, esta película se aleja del cine de terror y de otras grandes películas sobre tiburones que hemos podido ver en los último años como Open Water (2003) o El Arrecife (2010), en las que la angustia rezuma por los cuatro costados. Más bien se debe tratar de una cinta de aventuras que busca la espectacularidad en los planos del tiburón gigante, enorme y descomunal, respecto a barcos y helicópteros, prendiendo fuegos artificiales por doquier. Un divertimento olvidable que nos hará mirar hacia la lontananza antes de meternos en las aguas de nuestra playa favorita…
PD. ¿El Megalodón cabe entero en la pantalla?
